Accenture y la Mochila: De Símbolo de Pertenencia a Desastre de Imagen

Un gesto corporativo se convierte en una pesadilla de relaciones públicas para Accenture, donde la simple devolución de una mochila ha generado controversia y críticas en redes sociales.

Lo que parecía un simple gesto corporativo terminó por convertirse en un dolor de cabeza para Accenture. Su famosa mochila, entregada como parte del kit de bienvenida, ha desatado una oleada de críticas en redes sociales, dañando gravemente la imagen de la compañía.

Todo comenzó cuando varios ex empleados contaron que, al dejar la empresa, se les pedía devolver la mochila. Lo que parecía un requerimiento absurdo escaló cuando se reveló que, si no la devolvían, el costo del artículo se descontaría de la liquidación final. Un tweet viral lo resumía con humor ácido: "Me voy de Accenture después de casi 4 años y tengo que devolver la mochila porque sino me la descuentan".

En plena era digital, donde las redes amplifican cada error, la reputación de Accenture quedó en la mira. La compañía, conocida por su innovación tecnológica, se vio criticada por imponer políticas que muchos consideran desconectadas de las necesidades reales de los empleados. A los ojos del público, Accenture pasó de ser un empleador de prestigio a una empresa que parece preocuparse más por una mochila que por el bienestar de su gente.

Este escándalo refleja algo más profundo: el enfoque de algunas empresas en el control por encima del sentido común. Mientras otras compañías están ajustando sus políticas para atraer y retener talento, Accenture ha dejado una imagen de falta de empatía y políticas arcaicas.

La lección es clara: en tiempos donde la percepción pública puede hundir o salvar una reputación, las empresas deben ser cuidadosas con cada detalle. Un pequeño error, como una mochila, puede convertirse en un desastre de relaciones públicas.